El plasma intradérmico es un tratamiento estético que consiste en la aplicación de pequeñas inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) en la capa dérmica de la piel. El PRP se obtiene a partir de la propia sangre del paciente, que se centrifuga para separar y concentrar las plaquetas y los factores de crecimiento que contiene. El plasma intradérmico se utiliza principalmente para rejuvenecer la piel y tratar problemas como la pérdida de firmeza, la aparición de arrugas y la falta de luminosidad.
PLASMA INTRADÉRMICO
¿QUE BENEFICIOS HAY?
Estimulación de la producción de colágeno y elastina, lo que mejora la firmeza y la elasticidad de la piel.
Mejora de la textura y la calidad de la piel, aumentando la luminosidad y la suavidad.
Reducción de la apariencia de arrugas, líneas de expresión y cicatrices.
Mejora de la circulación sanguínea en la zona tratada.
Promoción de la regeneración celular y la reparación tisular.
El número de sesiones recomendadas puede variar según las necesidades de cada paciente y la gravedad del problema a tratar. En general, se suelen recomendar entre 1 a 3 sesiones, con un intervalo de 2 semanas entre cada una. Después de la sesión, es posible que se produzca enrojecimiento e hinchazón en la zona tratada, pero estos efectos secundarios suelen desaparecer en unos pocos días.
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